A veces, de esas cosas que haces por la calle mientras tratas de llegar de tu punto de partida a destino esquivando vehículos , me pongo a pensar en si habrá estudios acerca del por qué hay gente que se comporta excesivamente como gente.
Si, ¿no lo has pensado?
Es por ejemplo estas señoras que llegan al supermercado atropellando con el carrito a todo el mundo y que resoplan despelúcandose el bigote en la caja porque no las atienden, eso si, no aceptan que son mayores de 60 años para pasar por fila prioritaria, no, ellas prefieren importunar a la humanidad con su perfume herbal y su, digamos modales, del medioevo.
O los que ven en las direccionales al peor enemigo de l raza humana, como si activarlas iniciara una especie de Apocalipsis tecnológico. No las usan, es de la intuición de quien conduce detrás el salvaguardar su vida. Son, pareciera, amantes de las sorpresas porque giran sin avisar, sin marcar la precaución, si a lo bestia.
O al revés, ¿no les ha pasado que activan direccionales solo para que quien viene de atrás acelere sin consideración? Hay que bonita que es la gente cuando quiere ser “buena gente”.
Y qué me dicen de los que no respetan el espacio vital, ¿ah? ¡De locos! esta bien que seamos un país de gente amable, de cercanía familiar y que en un abrazo podamos dejar lo mejor de nosotros pero, en serio, ir a un banco y hacer fila con gente respirándote en la nuca, con gente apretándose y apeñuscándose como cachorros recién paridos… por Dios, no sean así.
Y por si no fuera poco con el hacinamiento voluntario, porque espacio en la oficina del banco hay, al llegar a la caja, ante la mirada atónita de quienes seguimos en la tortuosa e intima fila… se ponen hablar con la cajera. ¿No te queda más fácil pedirle el teléfono y llamarla después?
Y estos personajes, gente, quienes visitan una feria como si no hubiese un mañana caminando sin pedir permiso, llevándose la gente por delante, tocando cuando dice “no tocar” y demorando el flujo de la gente por un capricho particular. Les recuerdo, somos 7 billones de personas, no solo estás tu y tu mamita a quien recordé con cariño tras el pisotón que me diste
Ahh, falta uno (y mas) pero este es particular. de verdad, qué necesidad tenés de pasarte el semáforo en amarillo y llegar adelante en donde, ¡Eureka! no hay lugar para tu carro ni dejás pasar a los demás. ¿qué necesidad tenés?
Eso que no tocamos temas escatológicos o que involucren el uso del celular…
Es exceso de humanidad, es falta de ser gente. ¿Hasta cuándo?
Gente de-gente. 